El grupo Codorníu Raventós anuncia que abandonará las marcas de terceros para producir sólo sus marcas. Esta adecuación de la estructura del negocio conlleva que la compañía lleve a cabo un reajuste de recursos que afectará a alrededor de 100 trabajadores.
En 2015, la compañía inició un plan estratégico global a cinco años, que tiene como fin centrarse en el segmento de valor, Premium y Prestige, para potenciar su liderazgo en el mercado.
Uno de los principales ejes estratégicos de dicho plan es abandonar definitivamente las marcas a terceros que se hacen para mercados europeos, con el consiguiente cierre de líneas de producción, reducción de gastos y de personal en todas las áreas del grupo de forma transversal.
“La realidad del mercado, en el que la sobreoferta ejerce gran presión en los precios, así como un consumo estancado del vino a nivel mundial, hace que se tome la decisión de abandonar esta línea de producción”, aseguran fuentes de la compañía en un comunicado.
De este modo, todas las áreas de negocio de la empresa se reajustarán de forma global para alinearse con la estrategia a fin de ejecutar con mayor precisión esta apuesta. Así, la compañía está planteando la reestructuración de forma socialmente responsable ofreciendo un plan de prejubilaciones y que complementará a su vez con programas de acompañamiento a todos los afectados.
Javier Pagés, CEO del grupo Codorníu Raventós, asegura que “queremos conseguir un grupo con mayor crecimiento, liderazgo y solidez, enfocado al segmento premium-prestige”.
Además, explica que tiene plena confianza en que este reajuste apuntale la estrategia de Marca-Valor de una forma decidida y clara para sus clientes y trabajadores, con el fin de seguir siendo un grupo líder y sólido en el largo plazo.