El año 2016 cerró con 183 millones menos de litros de vino exportados a nivel mundial respecto al año anterior, aunque la facturación aumentó un 1,9 % hasta los 29.010,7 millones de euros (529 millones de euros más), al subir el precio medio, según datos del Observatorio Español del Mercado del Vino (OeMv).
Los vinos envasados, con más de 414,4 millones de euros, y los espumosos, con más de 147,5 millones, lideraron la subida en valor, y el vino granel (con menos de 147,5 millones de litros) protagonizó el descenso en volumen, con el espumoso como único que creció en este aspecto al ser el único que bajó de precio.
España dejó de exportar en torno a 200 millones de litros, sobre todo a granel, siendo el principal protagonista de la caída global aunque se mantiene como primer vendedor en este aspecto de forma destacada con 2.236 millones de litros.
Le sigue Italia, que exportó 55,8 millones de litros más, y a cierta distancia Francia, con 15,7 millones menos. Sin embargo, esta última lideró el valor de las exportaciones mundiales de forma destacada por el gran valor añadido de sus vinos, que se traduce en un precio medio muy superior al resto de principales proveedores.
Francia mantuvo más o menos estables sus ingresos, seguido de Italia, líder de la subida mundial al facturar 231 millones más, gracias sobre todo al buen desarrollo un año más del Prosecco. España perdió algo de valor y se aleja como tercer vendedor, de nuevo al precio más bajo entre los países analizados, tanto por la mayor cuota del vino a granel, producto con menor valor añadido, como por unos precios inferiores al resto de principales proveedores en todas las categorías.