La ministra de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente, Isabel García Tejerina, ha señalado que el mantenimiento de la competitividad en el sector hortícola de invernadero pasa necesariamente por dotar a las empresas de la última tecnología, adaptada a las condiciones específicas de producción, y a una mayor integración de las empresas del sector para disponer de una capacidad de negociación adecuada.
A este respecto, García Tejerina ha asegurado que las Organizaciones de Productores son la figura protagonista de las políticas en este sector, en línea con las que lleva impulsando el Ministerio de Agricultura a través de la Ley de Integración Cooperativa, con instrumentos significativos como la Entidad Asociativa Prioritaria y el Plan Estatal de Integración Asociativa.
El secretario general de Agricultura y Alimentación, Carlos Cabanas, asegura que existe una necesidad de trabajar en distintos ámbitos para mantener la competitividad, tales como la mejora de estructuras y cubiertas, el manejo del cultivo, pero también mejorando el conocimiento del sector y la imagen que de él se traslada. Todo ello de la mano de la I+D+i para lo que se ha propuesto la creación de una plataforma de colaboración público privada en la que identificar y priorizar las necesidades de investigación aplicada en el ámbito de la horticultura de invernadero.
Además, Cabanas ha señalado que ya existen diferentes instrumentos de apoyo de mejora de la competitividad, como son los programas operativos de frutas y hortalizas, los programas de desarrollo rural y los numerosos mecanismos previstos para incentivar la investigación, innovación y transferencia de conocimiento. Para Cabanas resulta preciso analizar en qué medida estos apoyos son capaces de atender las actuales necesidades.
La rama de la horticultura de invernadero en España produce más de 2.500 millones de euros, lo que supone el 43% del valor de las hortalizas en el conjunto del país. En este ámbito, España se sitúa en el grupo de cabeza de los países productores, con una superficie que sólo superan China y Japón.
Además, la horticultura de invernadero genera un gran número de actividades auxiliares de gran impacto en la economía y empleo de las zonas de producción. Asimismo, la ministra ha subrayado su gran capacidad de exportación, a la que se destina más del 65% de la producción, con un valor superior a los 2.800 millones de euros, en 2016.