La Federación Española de Industrias de la Alimentación y Bebidas (FIAB) y la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) han firmado un acuerdo de colaboración con el que buscan mejorar la competitividad de las empresas de la industria de alimentación y bebidas a través de una amplia serie de actividades de comunicación y formación en el ámbito de la acreditación.
A través de esta nueva colaboración ambas entidades pretenden consolidar y reforzar los altos ratios de calidad de los que gozan los alimentos y bebidas en España, así como dar más visibilidad a la importancia de la seguridad alimentaria. A este respecto, destacan que la acreditación es una de las herramientas de mayor garantía para el desarrollo de un mercado seguro, y un excelente mecanismo para impulsar la fiabilidad de los alimentos y bebidas y de los servicios y procesos productivos.
“Hoy ratificamos nuestra apuesta por la construcción de un sector moderno y comprometido con la protección del consumidor, ofreciéndole productos de calidad y seguros”, ha asegurado Mauricio García de Quevedo, director general de FIAB.
Por su parte, Beatriz Rivera Romero, directora general de ENAC, ha afirmado que “la acreditación constituye una herramienta útil y potente para dar respuesta, con las mayores garantías, a los retos a los que se enfrenta continuamente la industria agroalimentaria española siendo clave en ámbitos como la seguridad alimentaria o la exportación”.
A este respecto, destacan que uno de los parámetros con mayor proyección de este acuerdo será el ámbito de la internacionalización. La industria de alimentación y bebidas es un sector exportador y altamente competitivo en el mercado internacional.
“Contar con esta alianza, supone una palanca para el acceso de las empresas españolas de alimentación a nuevos mercados, garantizando la introducción de productos en entornos seguros y facilitando un comercio de confianza”, ha señalado García de Quevedo.
Asimismo, Rivera ha añadido que “los servicios acreditados son clave también para la exportación ya que tanto los fabricantes como el resto de operadores alimentarios pueden demostrar así el cumplimiento de las especificaciones requeridas por los países compradores a los que se destinan las mercancías y productos agroalimentarios”.