Calidad Pascual afronta su futuro con la internacionalización como uno de sus grandes retos. Aunque inició este proceso en 2010, no ha sido hasta 2015 cuando han dado el verdadero salto al mercado foráneo.
“Comenzamos en el sudeste asiático y ahora estamos sentando las bases para acceder al áfrica Subsahariana”, asegura Tomás Pascual Gómez-Cuétara, presidente de Calidad Pascual. “No vamos a ir a países desarrollados donde el mercado ya está cerrado", ha concluido el presidente.
Para ello, la compañía ha apostado por el yogur de larga vida. “Es un producto que no requiere una distribución organizada ni fría y puede llegar muy lejos”, asegura el directivo durante los Desayunos ESADE Deloitte.
Otro de los grandes desafíos del grupo es “devolver a la leche su valor, porque se ha vuelto una commodity”. Así, “a la segmentación que se generó en todo el sector del gran consumo se le añadió la tendencia a comprar productos de origen vegetal en detrimento de los de origen animal, y esa circunstancia nos obligó a competir por precio, lo que hizo que la leche perdiera todo su valor", ha recalcado.
Durante el encuentro, el directivo ha señalado que la clave del éxito de la compañía que lidera "ha sido mantener la familia unida y vinculada al proyecto, y tener una empresa sostenible económicamente". "He vivido cuatro sucesiones familiares: la de la compañía de mi madre, la de mi padre y, en la mía, el paso de la primera a la segunda generación y, ahora, de la segunda a la tercera. De las dos primeras ya no queda nada y eso también da perspectiva", ha comentado.