La Federación Nacional de Industrias Lácteas (FeNIL) ha mostrado su disconformidad con la aprobación del impuesto sobre las bebidas azucaradas exigiendo que no se aplique a las leches endulzadas, batidos de base láctea y bebidas de leche con zumo de fruta.
Según FeNIL, esta medida “incentiva a reducir el consumo de la leche y los productos lácteos, alimentos clave en la alimentación de toda la población en general, y especialmente en la de los niños y adolescentes. Su consumo es tan importante que una baja ingesta de estos productos puede tener como consecuencia riesgos importantes de salud pública”.
El gravamen no solo dificultaría el acceso de la población a estos alimentos, sino que puede generar una actitud preventiva hacia los mismos, con la consiguiente multiplicación de enfermedades asociadas, como la osteoporosis, explican desde la Federación.
La contribución de la leche y los lácteos en el consumo de azúcar añadido es baja, y éste puede atraer a la población a conseguir la ingesta recomendada de los mismos. El estudio Anibes, muestra que los lácteos son ricos en nutrientes, aportando menos de un 4% de energía diaria. “La leche y los productos lácteos contienen azúcares naturalmente presentes como la lactosa, a los que no se debería aplicar ningún tipo de gravamen”, aseguran desde FeNIL.