El Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Torta del Casar certificó durante la pasada campaña 294.371 kilogramos de queso de un total de 371.050 kilogramos producidos. El número de unidades ha aumentado más de un 3% respecto a 2015, alcanzándose las 537.295, lo que supone una facturación de 4,7 millones de euros.
El Consejo Regulador cerró el ejercicio 2016 con 29 ganaderías inscritas, 16.900 cabezas de ganado y siete industrias en producción certificada. Según el presidente del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Torta del Casar, ángel Juan Pacheco, “desde el punto de vista del sector suministrador de leche, 2016 ha sido un año de ajustes, con un algunas ganaderías que han disminuido sus ovejas pero con la incorporación de pequeñas explotaciones cuyos titulares venían del vacuno”.
“Era uno de los objetivos planteados, no perder puestos de trabajo en la zona DOP y aprovechar la experiencia de estos ganaderos”, añade. “Por otra parte, la producción de leche destinada a las queserías ha sido similar a la de 2015, siendo sin embargo mayor el índice de transformación en Torta del Casar (86,8% frente al 83,9%) lo que nos indica un buen grado de ajuste entre oferta y demanda”, indica Pacheco.
Para el presidente de la DOP, “en el ámbito de las queserías se ha avanzado respecto a 2015, tanto en kilogramos como en unidades, si bien todavía hay margen para que el sector transformador crezca”. La mayor preocupación del Consejo Regulador es “lograr el equilibrio entre incremento de producción y calidad final de la misma, algo vital para el futuro a largo plazo de la Torta del Casar”.
El director del Consejo Regulador de la Denominación de Origen Protegida Torta del Casar., Javier Muñoz, explica que “continúa el imparable crecimiento del formato pequeño, que ha aumentado más de un 22% respecto a 2015, en tanto los otros dos formatos acumulan descensos en este período”. “Es una tendencia de los mercados en general, que si bien permite llegar a más consumidores y por tanto ampliar los mercados, supone para las queserías un trabajo añadido en control de calidad, ya que los formatos pequeños requieren mucha más atención que los formatos grandes”, añade el director.