La Confederación de Comercio de Madrid (COCEM) asegura que desde que se estableció la libertad de horarios comerciales se han destruido 15.000 puestos de trabajo en los tres primeros años.
Actualmente, el empleo en el sector comercial madrileño crece por debajo de la media nacional, a pesar de haber entrado en un escenario de mejora económica. La ocupación en el sector en la Comunidad de Madrid está por debajo de otras regiones como Aragón, Baleares, Canarias, Cantabria, Cataluña, Comunidad Valenciana o País Vasco.
Por otro lado, asegura que desde que entró en vigor la medida liberalizadora en 2012, se han cerrado más de 2.500 empresas del sector comercio, 1.350 en el último año, de las cuales un 90% eran comercios de menos de cinco trabajadores. Por lo tanto, la medida no favorece al comercio tradicional sino solamente a la denominada gran distribución
Desde COCEM alertan que, además del impacto negativo en la actividad económica, esta desaparición de comercios tradicionales- muchos de ellos tiendas emblemáticas- va a provocar la desertización de las zonas comerciales de los barrios de los municipios de la Comunidad de Madrid.
El presidente de COCEM, Luis Pacheco, señala que “en Madrid, en lugar de fomentar el comercio-ciudad como hacen el otras comunidades autónomas y en el resto de capitales europeas, la liberalización de horarios comerciales está fomentando tener locales comerciales vacíos, y eso perjudica gravemente la imagen de la ciudad, genera más inseguridad en muchas zonas y reduce la recaudación pública”.
“No es admisible defender que la libertad de horarios tiene ventajas ni para el comercio ni para los consumidores. Si continuamos en esta línea, el futuro del comercio está en peligro, ya que se dirige hacia un mercado de monopolización de la oferta con todo lo que ello implica: subida de precios hacia al consumidor, falta de servicio liderado por empresas que basan su política comercial en el autoservicio”, asegura Pacheco.