España se sitúa como el cuarto país europeo en volumen de compra online, por detrás de Francia, Alemania y Reino Unido, gracias a la gran penetración en los últimos dos años del uso de las plataformas de compra online a través de los smartphones.
De este modo, España sube posiciones y se presenta como uno de los países con mayores posibilidades de crecimiento en esta área fruto de una transformación digital cada vez más asentada en el entorno actual, según explica Elena Ibáñez, directora de Servicios Digitales de KPMG en España.
Pero para tener éxito en este ámbito, hay que centrarse en captar, vender y fidelizar, adoptando una visión Customer Centric. De hecho, las estrategias enfocadas al cliente van a ser clave este año.
Así, en la fase de captación del cliente, es importante el uso de los nuevos sistemas de compra programática que nos ayudarán a personalizar con poco margen de error las comunicaciones e interacción con el cliente. En cuanto a la fase de compra por el cliente, el reto se encuentra en la personalización de la experiencia del consumidor así como la anticipación de sus necesidades y la mejora de los sistemas de pago, que aunque parezca mentira, es aún desafío en el comercio español.
Por último, en la fase de posventa hay que desarrollar las estrategias de Opciones de Entrega, que a pesar de haber asistido a evoluciones como los “repartidores de crowdsourcing” o el uso de drones, aún tienen que evolucionar mucho y adaptarse a las necesidades de los clientes, y la Gestión del Ciclo de Vida del Cliente: el coste de captación de un cliente, el cual se empieza a amortizar de manera estándar a partir de la tercera compra.
“Nos encontramos ante una generación hiperconectada, conocida como millenials, una generación con mayor acceso a la información y donde no existen diferencias entre el mundo on y offline, puesto que al ser nativos digitales esperan que las compañías lo sean también”, asegura Ibáñez.