El precio que un consumidor paga al adquirir frutas y hortalizas en el mercado asciende en el mes de enero de 2106, a pesar de la significativa caída de las cotizaciones de estos productos en el campo.
El aumento de los precios en origen, por una brusca reducción de la producción de hortalizas como consecuencia de las adversidades meteorológicas en el sudeste español y en gran parte de Europa, ha acortado los márgenes durante el primer mes del año, situándolos entre el 50% y 70%.
“Ha habido un descenso de producción que se equilibra con los precios. Además, estamos hablando de dos semanas en una campaña que duras varios meses”, ha matizado Andrés Góngora, responsable de frutas y hortalizas de COAG.
Así, el índice de Precios en Origen-Destino de los alimentos (IPOD) del mes de enero refleja uno de los diferenciales entre el campo y la mesa más bajos de los últimos años (3,52). A nivel general, limones y manzanas lideran el diferencial entre el campo y la mesa con un 658% y 667%, respectivamente.
Sin embargo, el desplome de los precios en el campo de las principales hortalizas no se está repercutiendo a los precios pagados por el consumidor. En el caso del calabacín, los precios en destino se han elevado un 14% a pesar de la caída de un 62% de las cotizaciones en el campo. En berenjena la evolución ha seguido la misma tónica y mientras los precios al consumidor se han elevado un 17% al productor han bajado un 35%.