Las Bodegas Cuatro Rayas cerró el ejercicio de 2016 con una cifra de facturación que supone un nuevo récord en sus más de 80 años de historia, con más de 27 millones de euros, lo que supone un 17% más con respecto al ejercicio precedente. Con estos datos, la bodega se posiciona entre las cinco mayores de las denominaciones de origen de Castilla y León por riqueza generada.
Con más de 300 socios que poseen en torno a 2.300 hectáreas de viñedo propio embotellan en torno a una quinta parte del vino de la Denominación de Origen Rueda. Emplea en la actualidad a más de 70 trabajadores. Con la añada 2015, la bodega lanzó al mercado dos nuevas referencias de vino que han impulsado su crecimiento: 'Cuatro Rayas Cuarenta Vendimias' (un verdejo sobre lías de venta exclusiva en hostelería) y 'Cuatro Rayas Ribera del Duero Roble', una edición limitada de tinto que supuso el primer acercamiento de la firma a dicha denominación de origen.
Por otro lado, el grupo lanza una nueva imagen corporativa: un emblema clásico que actualiza y pone en valor la imagen y la reputación de los vinos de Agrícola Castellana. De este modo, se irá incorporando de manera paulatina a las marcas de vino que comercializa, sustituyendo a la referencia Agrícola Castellana.
No obstante, no sustituirá a la imagen y tipografía inglesa que ahora aparece en las etiquetas tradicionales de la marca Cuatro Rayas. El nuevo símbolo nace con el objetivo de consolidarse como nexo identificativo de la firma cooperativa Agrícola Castellana. Este logotipo que acompaña al nombre y al año 1935 está compuesto por cuatro botellas entrelazadas a semejanza de un hashtag (#) y que recuerda de alguna manera a un hierro de marcar o lacre.