La Denominación de Origen Toro ha cerrado el año 2016 con un aumento de las ventas del 2,27%, lo que supone un total de 11,7 millones de botellas, principalmente debido al crecimiento de la comercialización de vinos tintos jóvenes.
En total se han vendido 9,4 millones de botellas de vino tinto joven, 510.000 de blanco y 397.000 de rosado; por lo que los vinos jóvenes agrupan la mayor producción de la Denominación.
Destaca también el aumento de la comercialización de los vinos con la contra-etiqueta Gran reserva, que han pasado de 2.500 unidades en 2015 a las 15.000 botellas en 2016. Según el presidente del Consejo Regulador de la D.O. Toro, Felipe Nalda, esta subida se debe a que “Toro es una zona de grandes vinos, que además tienen buena aceptación en ciertos segmentos del mercado”.
Los tintos Crianza también han experimentado un incremento del 11,89% con respecto a 2015, situándose en 1,1 millones de botellas. Por otro lado la venta de los vinos calificados como Reserva ha decrecido en 15.000 botellas.
Nalda valora positivamente los datos de 2016 ya que, “aunque no parece un aumento muy significativo, sí que se rompe la tendencia a la baja de los primeros meses del año. La tendencia se rompió principalmente en el tercer trimestre porque Toro se ha ido posicionando en la campaña de Navidad y en la exportación”.
En este sentido, el presidente de la D.O. Toro afirma que un salto cuantitativo importante de las ventas debe ir acompañado de un aumento en el exterior, “tenemos que romper la barrera de los nuevos mercados. Es fundamental, primero, consolidar los existentes y, después, explorar nuevos nichos de mercado”.
No obstante, España continúa siendo el mercado más importante para los vinos de Toro, donde se vende en torno a un 70% de la producción.