El Consejo de Ministros del pasado viernes decidió incrementar los impuestos al alcohol. Además, ha ideado una tasa para gravar las bebidas con azúcar con lo que pretende acercar la recaudación por fiscalidad indirecta a la media de los países de la Unión Europea.
Así, la cuantía de recaudación prevista será de 50 millones de euros por el Impuesto al Alcohol e Impuesto sobre productos intermedios, alcohol y bebidas derivadas. De este modo, se incrementa en un 5% la fiscalidad que grava el consumo de los productos intermedios y del alcohol y de las bebidas derivadas tanto en la península como en las Islas Canarias.
Con la nueva modificación, aunque siguen siendo los impuestos más bajos de la UE, se contribuye a reducir la diferencia de fiscalidad existente con la del resto de Estados miembros. No se modifican los tipos impositivos de la cerveza y del vino.
Con respecto a las bebidas azucaradas, el Consejo de Ministros ha aprobado un proyecto de ley para implantar un impuesto que tendrá un impacto de 200 millones de euros en 2017. Al tratarse de un nuevo proyecto de ley, se debatirá en las Cámaras parlamentarias.
FEBE tacha la medida de estéril
La Federación Española de Bebidas Espirituosas (FEBE) rechaza de manera frontal la subida de un 5% de los impuestos especiales a las bebidas espirituosas, anunciada por el Gobierno, por considerarla estéril e injustificada.
Se trata de una “medida desacertada, ya que no conseguirá el objetivo buscado de aumentar la recaudación y castigará de forma exclusiva a una industria, compuesta en un 80% por pequeñas y medianas empresas familiares, que acumula una caída del 40% en los últimos años”, explican desde FEBE.
“Si el objetivo del Gobierno era actuar con neutralidad, el impacto de la subida no es neutro para el Sector de Bebidas Alcohólicas, ni lo es para la hostelería, ni para la recaudación, que de hecho bajaría como ocurrió en 2013, cuando se subieron los impuestos especiales a las bebidas espirituosas. Además, tendrá un impacto muy negativo en la hostelería y acabará fomentando el fraude y el contrabando", explica Bosco Torremocha, director ejecutivo de FEBE.
De hecho, la subida de impuestos especiales sólo a las bebidas espirituosas en 2013 demostró su negativo impacto en la economía, y destrozó la capacidad de recuperación del sector, que perdió 86 millones en recaudación.
Antes de la subida del 5% anunciada, la carga fiscal (impuestos especiales e IVA) de los espirituosos era ya muy elevada. Las bebidas espirituosas representan sólo el 6% de los litros de bebidas alcohólicas consumidos en España y sin embargo recauda más del 75% del total de lo recaudado por el impuesto. “Aumentando los impuestos al 6% del total es imposible impactar a la recaudación. Nuestras empresas están ya sometidas a una elevada carga fiscal, por lo que esta medida sólo ahonda en un modelo que se ha demostrado ineficaz para recaudar”, señala el director de FEBE.
Además, la federación considera que la subida de impuestos especiales ha de abordarse necesariamente de manera transitoria y debería de estar condicionada a que desde su fecha de entrada en vigor hasta la fecha de elaboración de los próximos Presupuestos Generales del Estado, se realice un estudio de impacto de este incremento impositivo sobre la recaudación sobre impuestos especiales aplicables a las bebidas con contenido alcohólico y su repercusión en el consumo, garantizando la equidad fiscal.