Durante la semana del Black Friday, las ventas offline ascenderán a 5.500 millones de euros, mientras que las realizadas a través de la red alcanzarán los 1.300 millones. Así, según el profesor de Marketing de ESADE, Gerard Costa, “el incremento de las ventas con respecto al año anterior será de un 10% más en tienda y de un 15% más en internet”.
En esta campaña se unen dos factores clave: “el interés creciente de las marcas y de los consumidores por estas fechas y la recuperación del consumo”, explica Costa. Además, “el Black Friday ha aumentado su grado de notoriedad. En estos momentos, el 80% de los españoles ha oído hablar de él y el 50% tiene intención de participar”, asegura Costa.
“Importamos el Black Friday en el momento más oportuno, en 2007, durante la crisis”, explica el profesor de Marketing. En su opinión, “si hubiera llegado a principios de los años 2000 no habría calado, pero apareció en el preciso momento en el que las familias empezaron a reflexionar más, a realizar una compra más inteligente”.
Un proceso de reflexión y comparación que llevan siendo claves estos últimos cuatro años y en los que la campaña del Black Friday ha calado en la mente del consumidor, “en la actualidad, el Black Friday concentra el 16% del total de las búsquedas en Google”— aunque no tanto en su compra,“solo supone entre el 5% y el 6% de las ventas anuales”.
Por último y en comparación con otra campaña de descuento tradicional en España, la de las rebajas, Costa encuentra importantes diferencias. “Se produce un comportamiento en el consumidor inexistente en el pasado, inesperado y por lo tanto, sorprendente. Las rebajas llegaban tras el gran desembolso de la Navidad, eran un gasto adicional para productos ajenos a ella; el Black Friday es todo lo contrario”.