La asociación europea del comercio, Eurocommerce, reafirma su compromiso en contra de las prácticas comerciales desleales y pide a la Comisión Europea que aliente a todos los sectores, incluidos los agricultores, a que participen con carácter de urgencia en un diálogo constructivo que beneficie a todas las partes de la cadena de suministro.
Christian Verschueren, director general de EuroCommerce, asegura que "la legislación a nivel de la UE no proporcionará una solución viable a los problemas que enfrentan los agricultores y otras partes de la cadena de suministro”.
“En lugar de examinar los síntomas, la Comisión debe trabajar para fomentar un cambio de cultura y abordar las causas de la crisis agrícola actual, que son el resultado de un desequilibrio global entre la oferta y la demanda. Hoy en día, la agricultura necesita estar mejor organizada y responder mejor a los cambios del mercado y a la demanda de los consumidores. La reglamentación de las prácticas comerciales a nivel de la UE es una mera política de los gestos y no hará nada para ayudar a los ingresos de los agricultores. Pedimos a la Comisión que ayude a crear un nuevo diálogo constructivo con los agricultores para abordar estas cuestiones", explica Verschueren.
Desde la comprensión de las dificultades con que se enfrentan los agricultores, la organización afirma que Europa necesita un sector agrícola firmemente arraigado en una economía de mercado abierta, capaz de responder mejor a las demandas del mercado y de los consumidores.
En este sentido, la organización apoya muchas de las recomendaciones del Grupo de Trabajo sobre Mercados Agrícolas creado por parte del comisario de Agricultura y Desarrollo Rural, Phil Hogan, como por ejemplo, el fomento de medidas de estímulo a las organizaciones de productores o el uso de herramientas de gestión de riesgos.
Sin embargo, en opinión de Eurocommerce, el Grupo de Trabajo ha sucumbido a presiones políticas e incluye demandas de medidas legislativas de la UE sobre prácticas que no han sido identificadas como problemáticas en los informes de la Comisión sobre la cadena de suministro alimentario durante los últimos ocho años. Desafortunadamente, estas recomendaciones reflejan una mala comprensión de cómo funciona la cadena de suministro y la práctica comercial normal.