La Conferencia Española de Consejos Reguladores Vitivinícolas (CECRV), reunida en Asamblea en Barbastro, acordó, entre otros puntos:
1.- Reafirmarse en los tiempos que nos encontramos, en el modelo vitivinícola que representa la CECRV. La Denominación de Origen es el modelo de producción y comercialización que mejor une al mismo tiempo, la defensa de un territorio y del medio socio rural sobre el que se asienta. La defensa de este modelo de futuro pasa por huir de la liberalización de los derechos de plantación que propugna la Comisión Europea y dotar a las organizaciones de base interprofesional, de las herramientas que le permitan gestionar globalmente el comportamiento del potencial de producción. Duplicar o triplicar las plantaciones en zonas de Denominación de Origen, daría al traste con toda la estructura y riqueza del medio existente.
2.- La más firme oposición al modelo Vinos de la Tierra de los Viñedos de España, que presupone vender el modelo contrario por lo más bajo de los segmentos, sin tener en cuenta la excelencia del producto, sino simple y llanamente la venta por la venta, pero incluso poniendo por delante el nombre de España, con el riesgo que conlleva, y un nombre que tanto esfuerzo ha costado prestigiar en otros modelos.
3.- Necesitan las Administraciones tomar conciencia de la verdadera necesidad de fomentar campañas de promoción que revitalicen el sector, el producto y ante todo el producto de calidad, como bien necesario, más que la comercialización sin arraigo que no crea valor añadido sobre todo, en los territorios vitivinícolas. Este esfuerzo debe abordar en primer término y con carácter ineludible el entorno europeo, principal destino para el consumo de nuestros vinos de calidad.