En 2011 había más de 3.000 explotaciones cunícolas en España. Hoy en día, apenas quedan 1.500, según las cifras ofrecidas por la Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA).
“Y lo peor es que sigue bajando”, advierten desde la organización agraria, que explica que “calculamos que a finales de 2016 sólo quedarán cerca de 1.300”. Comunidades como Cataluña y Aragón han perdido cerca de la mitad de sus granjas y en Extremadura y Andalucía ya prácticamente no queda ninguna.
La crisis del sector viene determinada porque el precio que vienen recibiendo los productores desde hace ya algunos años no cubre los costes de producción. El precio medio que se le pagaba a los cunicultores en el año 2014 era de 1,71 euros el kilogramo, mientras que en 2015 fue de 1,56 euros el kilogramo (lo que supone una bajada del 10% respecto al año anterior) y en 2016 ha sido de 1,46 euros el kilogramo, cuando el coste de producir un kilo de conejo es 1,80 euros.
En los dos últimos años las pérdidas acumuladas ascienden a 63 millones de euros. Por ello, desde UPA se ha pedido al Ministerio que convoque a todas las partes en un mesa en la que se alcance “urgentemente una solución que ya llega in extremis”.
UPA insiste en que las lonjas tienen que tener una gestión equilibrada y transparente, con un número de operadores significativo por ambas ramas y no servir a los intereses de una de las partes como sucede en estos momentos. Así mismo, es preciso recuperar un funcionamiento normal en la interprofesional basado en el consenso.