Entre los meses de marzo y septiembre, la producción de brócoli en España ha experimentado un repunte de siete puntos por encima de la media del crecimiento anual, situada en el 5% con respecto a 2015. De este modo, el incremento alcanzó un 12% más con respecto al mismo periodo de la temporada anterior.
Unos datos que coinciden también con el aumento del consumo de la verdura en toda Europa, pero en especial en aquellos países con menos tradición consumidora, “donde se está disparando”, según la asociación +Brócoli.
Durante la segunda mitad de la campaña, España registró un incremento de la ingesta de brócoli, acentuado en verano y ligado al turismo, tanto nacional como extranjero, ya que la principal zona consumidora en estos meses es la costa mediterránea.
“Estos resultados ofrecen interesantes alternativas a nuestros exportadores, debido a que les brinda oportunidades en mercados hasta ahora poco tratados”, valora Javier Bernabéu, secretario de +Brócoli.
Un balance de crecimiento “muy positivo” para Bernabéu, a pesar de que las perspectivas de producción para la próxima campaña se esperan con “cierto estancamiento”, sobre todo en las siembras de junio a septiembre, que concierne a las exportaciones de otoño y de principios de invierno. Ello se debe, según el secretario de +Brócoli, a la actual coyuntura socio-política provocada por el Brexit (Reino Unido es el mayor cliente de producto español entre septiembre y febrero), la sequía persistente y la carestía del agua, entre otras razones. Aun así, la asociación espera que el ritmo no decaiga, ya que “todavía queda mucha campaña por pasar”.