Tras varios años de descenso, el gran consumo ha incrementado tanto en volumen como en valor. Además, los precios crecen por encima del IPC en 2015, registrando un incremento del 0,7% frente al 0,0% del índice general.
Así, en volumen el incremento se cifra en un 0,3%, frente al descenso del 1,8% registrado en 2014. Por su parte, el crecimiento en valor ha sido del 1,8%, frente a la caída del 2,9% de 2014, según el Informe Sectorial 2015 de CESCE. Este estudio apunta a que en 2015 se consolidó la demanda y se ha producido el fin del entorno deflacionista.
En concordancia con los datos reflejados y tras el descenso de 2014, el gasto alimentario total ha aumentado un 1% en 2015, hasta los 99.000 millones de euros y la tendencia ha continuado en el primer trimestre de 2016, con un crecimiento de las ventas en hipermercados y supermercados del 3,1%. Este aumento va acompañado de un incremento de los precios de un 0,8%.
Respecto a los hábitos de compra, cada vez se acude más a las tiendas (+1,6%), ya que el consumidor considera que de esta forma controla mejor lo que gasta: descenso del ticket medio de compra del 0,6%.
El informe también detalla que continúa la pérdida de volumen de compra de alimentos en hipermercados y, por el contrario, aumenta la compra de los frescos en el canal descuento, fruto de la política de estos formatos de intentar aumentar cuota por esta vía. Asimismo, cabe destacar el crecimiento en internet y el importante descenso de las compras de los hogares en los comercios tradicionales.
Estos datos corroboran el cambio de hábitos de los consumidores en los últimos años, a lo que han respondido las cadenas potenciando los frescos y el formato cercanía. Con este comportamiento en la compra, el que mejora sustancialmente es el surtido corto, que engloba Mercadona, DIA, Lidl y Aldi. El damnificado continúa siendo el especialista.
Por su parte, el e-commerce continúa ganando adeptos, como consecuencia del cambio de hábitos y del acceso a las nuevas tecnologías. La alimentación es uno de los sectores más rezagados dentro del global del comercio electrónico, muy por detrás de otros, como moda, viajes o tecnología. En 2015 representaba un 0,8% del gasto alimentario total, lo que supone un crecimiento del 18% frente a 2014.
En el marco de la UE, España es de los países más retrasados en el comercio electrónico de alimentación, junto con Italia (0,7%) y Alemania (0,6%). Los más avanzados son Francia y Reino Unido, con un 6,4% y 6,2%, respectivamente. Fuera de la UE, el mejor resultado lo registra Corea del Sur, con un 10%.