Buena parte de las empresas de gran consumo están tomando riesgos con respecto a la seguridad y la privacidad de los datos de sus clientes, según un informe realizado por el Instituto de Transformación Digital de Capgemini Consulting, la unidad de consultoría estratégica y transformación del Grupo Capgemini.
Las empresas se centran cada vez más en conocer las percepciones de los clientes, pero no protegen esta información adecuadamente y podrían vulnerar los datos personales. La urgencia por recoger y analizar toda la información posible de sus consumidores, lleva a estas empresas a descuidar los procesos y garantías alrededor de sus datos.
El informe apunta que casi la mitad de estas empresas no tienen una política clara de seguridad y protección de datos y un 90% ha cometido infracciones relacionadas con los datos de sus clientes.
El nuevo Reglamento General de Protección de Datos de la UE (GDPR), diseñado para regular la seguridad y privacidad de los datos en todos los sectores será de obligado cumplimiento a partir de mayo de 2018, tras una fase de transición de dos años durante la cual los Estados miembro, administraciones y empresas deben adaptarse.
El reglamento impone sanciones estrictas por infracción, con multas de hasta un 4% de los ingresos anuales de la empresa, o de 20 millones de euros, la cantidad que sea más alta. Aunque esta legislación nace en la UE, se espera que tenga impacto mundial, ya que es aplicable a cualquier empresa que trate datos dentro de Europa. Si el GDPR estuviera en vigor, el informe de Capgemini Consulting calcula que las empresas de gran consumo que actualmente no cumplen con la normativa estarían arriesgando en conjunto unos 323.000 millones de dólares en sanciones económicas, considerando que se aplicasen las más altas.
El informe está basado en una encuesta entre 300 ejecutivos de 86 grandes empresas de productos de consumo a nivel mundial y que representan unos ingresos conjuntos superior a 756.000 millones de dólares. En él se refleja una industria atrapada entre los esfuerzos por incrementar su valor mediante el análisis de datos de los clientes y las inquietudes de éstos sobre su privacidad y seguridad.
En los últimos años, impulsadas por los avances tecnológicos y la tendencia creciente a la compra online, las empresas de consumo han puesto en marcha muchas iniciativas para recoger los datos de sus clientes, con el objetivo de entender mejor su comportamiento y patrones de compra. Los beneficios para aquellas que lo hacen con acierto son significativos, pues gracias a la información obtenida pueden mejorarse servicios, productos y marcas. Más del 80% de los ejecutivos consultados afirma que utilizar esta información es una prioridad clave.
Sin embargo, a pesar de la importancia de entender a sus clientes, hay una tendencia común en no prestar la atención necesaria a la protección de los datos. Según el informe, el 46% de las empresas no ha sabido plantear políticas claras sobre la seguridad y privacidad de estos datos y más del 90% de las empresas ha cometido infracciones a este respecto.
Fernando Rodriguez Peralta, responsable de Capgemini Consulting en España, comenta que “aunque la entrada en vigor de la nuevas regulaciones sobre protección de datos es para 2018, su impacto va a notarse mucho antes y la industria de consumo no parece estar adecuadamente preparada. Encontrar el equilibrio entre un tratamiento de los datos personales sensibles, asegurar que la información sea segura y utilizar este conocimiento de los clientes para proporcionarles una mejor experiencia es un gran desafío. En la carrera por obtener resultados, está claro que en muchos casos los riesgos se han pasado por alto. éste es un asunto que las empresas tienen que abordar de manera inmediata si quieren evitar no sólo que se dañe su reputación sino también sanciones serias”.