El Huevómetro, encuesta puesta en marcha por la Organización Interprofesional del Huevo y sus Productos (Inprovo), pone de manifiesto la mejora del conocimiento de los españoles sobre el marcado y el etiquetado de este alimento básico en la cocina.
Así, en la anterior edición la mayoría de los españoles relacionaba de forma errónea el código de la cáscara con la fecha de consumo preferente y tan sólo un 2% lo identificaba correctamente con el sistema de producción y la granja de la que procede el huevo.
Dos años después, la última oleada del “Huevómetro” muestra que la campaña de información de Inprovo ha aumentado el porcentaje de consumidores que conoce el significado del código (11,3% en 2014 a 26,4% en 2016), si bien el número de personas que lo interpreta correctamente sólo creció del 2% al 3,4%.
En 2014, un 70% de los encuestados relacionaba el código con el sistema de producción o la granja de origen. Hoy ese porcentaje ha aumentado hasta el 76%. Navarra, País Vasco, Asturias, Galicia, Murcia, Comunidad Valenciana y Canarias están por delante, con más del 80%. Inprovo seguirá trabajando para que esta cifra mejore en el resto de regiones.
Por otra parte, un 40% de españoles ya sabe que existen normas que garantizan la sostenibilidad de la producción de huevos, frente al 29% de 2014.
La encuesta también mostraba que los productores son una de las fuentes más fiables de información para los españoles (75%). Por ello se diseñó la campaña “El huevo, de etiqueta”, con el objetivo de que los profesionales del sector explicaran las características del Modelo Europeo de Producción, el significado del código impreso en la cáscara y el etiquetado, y cómo se garantiza que los huevos que ponen en el mercado son de calidad, frescos y seguros.
El presidente de Inprovo, Medín de Vega, afirma que “es necesario dar importancia al trabajo de todo un sector profesional pionero en la implantación de normas sobre bienestar y sanidad animal, seguridad alimentaria y medio ambiente. Los productores europeos aplicamos desde hace años el modelo más exigente del mundo. Si no lo contamos nosotros, nadie imagina que para poner un huevo en el mercado aplicamos más de 70 normas. La campaña pretende que los españoles sean conscientes del esfuerzo que hay detrás de cada huevo que consumimos”.
“El huevo, de etiqueta” ha contado con un presupuesto de 1,1 millones de euros. Fue la única aprobada por la Unión Europea para España en esa convocatoria de ayudas a la promoción, y la única que ha explicado la producción y el etiquetado del huevo comunitario. Inprovo ya realizó una campaña informativa tras la entrada en vigor de la obligación de marcar cada huevo en 2004.