Viña Pomal, la marca de Bodegas Bilbaínas, celebra con la vendimia de 2016 el décimo aniversario de la creación de su vino más icónico, Viña Pomal Alto de la Caseta. Este proyecto, que nació en 2007, tenía como objetivo elaborar un gran vino que reflejara la verdadera expresión del terruño de la Rioja.
Alto de la Caseta es el resultado de la pasión de Bodegas Bilbaínas y de su equipo de expertos por lograr un vino único que pueda presumir de ser un auténtico Rioja. Por ello, en función de las condiciones meteorológicas y para mantener en todo momento los exigentes estándares de calidad, sólo se han embotellado sus mejores añadas, concretamente 2007, 2008 y 2010.
Coincidiendo con el aniversario del inicio del proyecto, se presenta Viña Pomal Alto de la Caseta 2012, una edición limitada a 2.100 botellas de calidad inmejorable, gracias a la extraordinaria cosecha obtenida ese año.
El “alto de la caseta” es la zona más elevada de una de las colinas que forman el viñedo de Bodegas Bilbaínas, situado en Haro y rodeando la bodega, un aspecto inusual y único en la Rioja Alta. Las cepas de esta pequeña finca son de tempranillo de unos 40 años y con suelos de cascajo. Un terroir muy especial que le confiere a esta variedad una personalidad única.
La elaboración de esta referencia requiere de un largo y meticuloso proceso. En primer lugar, una rigurosa selección de la uva, tanto en el momento de la vendimia como después de la misma, y tras el despalillado. El encubado se hace de forma manual y la uva entra en unos depósitos pequeños y barricas minuciosamente elegidos para elaborarla. Después de la fermentación y maceración, los vinos de Alto de la Caseta pasan un mínimo de 20 meses en barrica de roble francés de tostado medio con fondos sin tostar.