La cadena de suministro de alimentos vive momentos de tensión. Los agricultores aceptan el dictado de las grandes cadenas de distribución por temor a que sus productos no se comercialicen. Y, con frecuencia, se ven obligados a vender a pérdidas. Por ello, el Parlamento Europeo ha adoptado una resolución que reclama legislar para acabar con estas prácticas comerciales desleales.
Esta resolución pide que la Comisión Europea presente propuestas contra las prácticas comerciales desleales en la cadena de suministro alimentario. Este documento mantiene que los sistemas voluntarios y de autorregulación con los que se han afrontado estas prácticas han arrojado hasta ahora resultados muy limitados.
Los eurodiputados defienden que los agricultores y los ganaderos deben lograr unos ingresos equitativos y que su capacidad de negociación debe mejorar. Añaden que las relaciones entre los productos de alimentos, los proveedores y los distribuidores deben ser justas y transparentes. Y subrayan que de esta manera se garantizará a los consumidores una oferta más amplia para elegir. También destacan que las prácticas comerciales leales deberían contribuir a evitar el exceso de producción y que se malgasten los alimentos.
La resolución de carácter no legislativo fue aprobada con 600 votos a favor, 48 en contra y 24 abstenciones.