En el último año, un 43% de los españoles ha reducido el consumo de carne roja o ni siquiera la ha probado. De ellos, un 29%, es decir, más de 11 millones de personas, ha reducido la ingesta de carne roja y un 14% adicional afirma no haberla comido. Por otro lado, el 25% de los consumidores españoles ha probado algún sustituto cárnico en los últimos 12 meses.
Con motivo del Día de la Nutrición, que se celebrará el próximo sábado, Nestlé ha presentado los resultados del III Observatorio Nestlé sobre Hábitos Nutricionales y Estilos de Vida de las Familias. Como en las anteriores ediciones, el objetivo es dar a conocer la evolución de los hábitos de alimentación y nutrición en nuestro país, y detectar las nuevas tendencias en este ámbito.
“Sólo conociendo la demanda de los consumidores podemos dar respuesta a las nuevas necesidades nutricionales que van apareciendo. Nuestro compromiso, desde hace 150 años, es contribuir a mejorar la calidad de vida de las familias con alimentos sabrosos y saludables”, ha declarado Neus Martínez, directora de Comunicación de Nestlé España, quien ha presentado el acto celebrado esta mañana en la sede de la compañía.
Por su parte, Jesús Contreras, catedrático de Antropología Social de la Universidad de Barcelona y director del Observatorio de la Alimentación (ODELA) del Parque Científico de Barcelona, ha sido el encargado de describir la evolución de la alimentación en los últimos 150 años y ha mencionado los grandes cambios que ésta ha experimentado.
Así, en el último año, un 43% de los españoles ha reducido el consumo de carne roja. Las mujeres (un 34% más que los hombres) y los mayores de 50 años (concretamente, cuatro de cada 10) son los perfiles que más han reducido su ingesta. El 17% de la población se identifica con la opción flexitariana, es decir, que sigue una dieta basada en el consumo de verduras, frutas, legumbres y cereales fundamentalmente, con la inclusión de carne y pescado de forma ocasional.
Además, sólo un 1% de la población está diagnosticada como celíaca o intolerante a estas proteínas. Sin embargo, hasta un 6% consume regularmente productos libres de gluten.
Por otro lado, muchos de los españoles que consumen productos sin lactosa desconocen con exactitud sus beneficios. Aunque el 41% cree que evitar la lactosa permite una digestión más ligera, el 18% piensa que tiene un menor contenido calórico, un 17% que reduce el colesterol y un 24% que es apta para diabéticos. El aumento de esta tendencia ha disparado el consumo de alternativas a la leche como el de las llamadas comúnmente "leches vegetales" (de soja, arroz, avena o almendras). El 44% de los españoles ha probado este tipo de productos en el último año y, de éstos, la mitad ha empezado a consumirlos o ha aumentado su frecuencia de consumo en los últimos 12 meses.
Los productos orgánicos o ecológicos ya no son exclusivos de tiendas especializadas y su creciente demanda hace que cada vez sea más fácil encontrarlos en los lineales de las grandes superficies. Los productos ecológicos u orgánicos han estado presentes este año en la mesa de más de 25 millones de españoles. Este consumo es muy similar entre hombres y mujeres, y en todos los rangos de edad.
Aunque actualmente todavía hay 2,5 millones de españoles que no consumen verdura o fruta, el Observatorio Nestlé ha identificado que uno de cada tres españoles ha aumentado el consumo de fruta mientras que dos de cada cinco han incrementado la ingesta de verdura en los últimos 12 meses. Probablemente, los "Green Smoothies", zumos o licuados a base de fruta y verdura, ha contribuido a esta realidad. El consumo de estos "zumos verdes", un concepto importado de Estados Unidos, está cada vez más instaurado en España. Sus consumidores los perciben como saludables y depurativos, y en estas propiedades reside, en gran parte, el secreto de su éxito.
Desde un punto de vista antropológico, Contreras ha hecho un recorrido por la evolución de los hábitos alimentarios desde mediados del siglo XIX, pasando por la consolidación de la industria alimentaria en la primera mitad del siglo XX y el cambio de ritmo que supusieron los movimientos migratorios del campo a la ciudad de los años 60 hasta llegar a la actualidad. Entre otros datos curiosos, ha explicado que "aunque actualmente se dedican 17 minutos más a la semana a las tareas domésticas, precisamente el tiempo que se invierte en la cocina ha disminuido hasta en tres horas semanales".