La confianza de los consumidores españoles se incrementa dos puntos en el primer trimestre de 2016 pasando de 72 a 74 puntos, según el último Estudio Global de Confianza de los Consumidores elaborado por la consultora Nielsen.
Sin embargo, los españoles se muestran cautos. Así, los datos revelan que las personas que tienden a ahorrar una vez cubiertos los gastos básicos del hogar han aumentado en 10 puntos. De hecho, el 43% ya lo hace y es la principal medida que llevan a cabo los españoles con el dinero sobrante tras pagar hipotecas o facturas.
Por otro lado, se redujo en dos puntos el porcentaje de aquellos que consideran que en los próximos 12 meses mejorarán las perspectivas laborales. Alrededor de dos de cada 10 así lo piensan, según el estudio de Nielsen. No obstante, la opinión mayoritaria es que el futuro laboral a corto plazo se presenta regular (45%), mientras que un 28% tiene un mal pálpito.
Lo cierto es que para los españoles sus principales preocupaciones siguen siendo la seguridad laboral (33%) y la economía (31%). Y dos de cada tres tomaron medidas en sus hogares para ahorrar, siendo la factura energética y el ocio fuera del hogar donde más se intenta reducir el gasto, un 57% y un 56%, respectivamente.
No obstante, cuando la situación económica mejore, serán muchos menos los consumidores que sigan conteniendo sus salidas, imponiéndose así el ADN social tan particular de los españoles, pues solo un 19% seguirá pasando más tiempo en casa. En cambio, un 42% continuará vigilando el recibo de luz y gas.
España es el único país de las cinco grandes economías europeas que creció en el primer trimestre. En el resto de países, Gran Bretaña, Alemania, Italia y Francia, el índice de confianza disminuyó, destacando a nuestros vecinos del norte, con una pérdida de diez puntos hasta marzo. A su vez Europa en conjunto también cedió puntos, hasta tres.
Gustavo Núñez, director general de Nielsen Iberia, asegura que “España parece una excepción en Europa, pero en plena situación de stand by político los españoles tienen mucho más claro que nunca el presente que el futuro. Aumentan los que consideran que ahora es un buen momento para comprar aquellas cosas que quieren o necesitan, pero al mismo tiempo empeora la percepción de que España está en recesión y de que saldrá de ella en los próximos 12 meses”.