La aparición de grandes supermercados conlleva la desaparición de hasta el 30% de los negocios del sector de alimentación en los siguientes cuatro años o, lo que es lo mismo, el cierre de una media de entre 15 y 20 pequeños comercios del sector.
Este dato es el resultado del estudio del IEB “Small shop for sale! The effects of big-box openings on grocery stores”, realizado en el marco del proyecto de investigación impulsado por RecerCaixa. Este estudio centra su análisis en los casos registrados entre 2003 y 2011 en poblaciones españolas de menos de 10.000 habitantes.
Además, la apertura de una gran superficie también implica un desplazamiento de la actividad comercial en la población. De los 317 supermercados abiertos en las localidades, 229 se situaron en la periferia, mientras que solo 88 lo hicieron en el centro del municipio.
A pesar del notable impacto que tiene la apertura de una gran superficie sobre los pequeños locales de alimentación, los locales del centro de los municipios no quedan vacíos, ya que entre 10 y 15 de los que cierran son ocupados por negocios de otros sectores.
“Los datos muestran como el 60% de las antiguas tiendas de alimentación pasan a ser establecimientos con productos del hogar (muebles, electrodomésticos o textil), mientras que el 40% restante queda muy diversificado, con nuevos estancos, quioscos, perfumerías, joyerías, floristerías, etc.”, indica la investigadora María Sánchez-Vidal.
El estudio también revela datos sobre los hábitos de consumo de la población, derivados del efecto que tienen determinados supermercados sobre el cierre de los comercios tradicionales. Así, los supermercados convencionales son los que provocan más cierre sobre las pequeñas tiendas de alimentación del centro de las ciudades, mientras que las grandes superficies de marcas blancas tienen un efecto nulo en el cese de actividad.
“Los consumidores están acostumbrados a comprar unos determinados productos y marcas y no es fácil cambiar sus hábitos. Así, los supermercados convencionales parece que compiten directamente con los pequeños establecimientos, ya que venden productos similares reunidos en un mismo local, lo que puede resultar más cómodo para los consumidores”, concluye Sánchez-Vidal.