El dinero el efectivo sigue siendo muy popular entre los consumidores europeos. La mayoría de ellos todavía tiene reticencias a la hora de utilizar su tarjeta de crédito o dar información personal en Internet, según una encuesta llevada a cabo por Paysafecard, uno de los líderes del mercado global en el ámbito de los métodos de prepago online.
De hecho, el 37,2% de los usuarios encuestados prefiere realizar sus compras con dinero en efectivo, mientras que un 48,2% se inclina por otros métodos de pago como tarjetas de crédito o métodos de prepago. El 14,6% restante se muestra indeciso.
De la muestra, son los jóvenes de entre 18 y 25 años los más propensos a realizar sus compras con dinero en efectivo (un 48,4% de ellos prefiere este método de pago). En España vuelven a ser los jóvenes los más cash-friendly (21,8%), junto al grupo de edad comprendido entre los 60 y los 69 años, entre los que curiosamente se da una mayor polaridad: un 22,7% de ellos se inclina totalmente por realizar sus compras en efectivo, a un 14,7% le es indiferente, y otro 22,7% lo hace por otros métodos de pago. El 16% y 24,1% restantes se reparten respectivamente entre de más a menos favorables al dinero en efectivo.
Por su parte, el grupo de edad entre 51 y 59 años, seguidos de los jóvenes entre los 26 y los 35, parecen ser los más fervientes admiradores de los pagos a través de métodos que no sean con dinero en efectivo, con un 61,1% y un 56,8% de los encuestados que afirman sentirse más cómodos utilizando este tipo de métodos en su día a día. Si hacemos una comparativa por países, los austríacos son los más cash-friendly (56,4%), seguidos de griegos (52%) y alemanes (50%). En el otro lado de la balanza, los polacos son con diferencia los que mayor preferencia muestran por los métodos de pago sin efectivo (74,8%), seguidos de Francia (59%), Italia (53,2%) y España (50,4%).
El 34,2% de los españoles apuntan a la obligación de tener que facilitar datos personales que no querían compartir, como la segunda causa de haber desistido de una compra online que, a priori, parecía interesante. De hecho, los españoles parecen ser los más reservados a la hora de compartir sus datos personales con terceros, con un 60,6% de los encuestados que aseguran mostrarse cautelosos eligiendo qué datos facilitan, así como a dónde y a quién, frente al 56,3% de media europea.