Siete de cada 10 españoles prefieren la fruta, verdura y carne, es decir, los productos frescos que tengan como origen España ya que para la mitad de los consumidores es tan importante el origen como el precio del producto.
Y no son las únicas categorías de la cesta de la compra que siguen esa premisa, pues seis de cada 10 prefieren el origen local a que el producto venga de fuera para la leche, las conservas vegetales y el marisco, según el informe “Marcas globales vs. marcas locales”, elaborado por la consultora Nielsen.
En cambio, donde el “made in Spain” importa menos son en categorías de bebidas y cuidado personal principalmente. En estos casos, el origen local es valorado entre un 20% y un 30% de consumidores y atañe a productos de afeitado, cosmética, alcohol y refrescos. Lo mismo sucede con los ambientadores y la alimentación para mascotas, donde solo uno de cada cuatro valora la procedencia local.
El consumidor valora especialmente el precio (sin olvidar la calidad). Así, para la mitad de los españoles el origen de los productos es tan importante como su coste, tal como recoge el informe de Nielsen. Es más, para uno de cada cinco es incluso más decisivo cuando hace la compra. Lo mismo sucede con la calidad y los beneficios de los productos, pues alrededor de la mitad sitúan en el mismo nivel de importancia a estos factores de compra y al origen de los mismos.
Y es que la relevancia del origen español por parte del consumidor está relacionada con la idea de que al comprar productos nacionales se apoya a las empresas locales (61%). También un 44% está de acuerdo con la idea de que lo local inspira más confianza que lo foráneo y un porcentaje muy parecido cree que dichos artículos están más en consonancia con sus necesidades o gustos.
Asimismo, solo uno de cada cuatro españoles piensa que la calidad de los productos de fuera son mejores que los de aquí, pero en cambio cuatro de cada 10 consideran que los primeros son habitualmente más caros que los segundos.
Gustavo Núñez, director general de Nielsen Iberia, asegura que “lo local tiene un fuerte componente emocional difícil de contrarrestar, en cambio las marcas globales son percibidas por cuatro de cada 10 como más innovadoras y con mayor capacidad para presentar nuevos productos. Esto, frente a un consumidor español que no solo valora la relación calidad-precio, sino que quiere que le aporten soluciones que le faciliten su día a día, debe ser un argumento de peso para atraer su atención”.