España sufre la mayor caída en Europa en expectativas económicas, con un descenso de 29 puntos en el último trimestre y mantiene el consumo en valores similares a todo 2015, lo que significa que se continúa con la austeridad a corto plazo.
A pesar de la caída, España sigue a la cabeza de este indicador sólo a un punto de República Checa y Polonia, ambos líderes con 23 puntos. Este dato muestra la confianza de los españoles en el futuro económico del país, aunque corregida a la baja por el entorno local e internacional, según datos de GfK.
Otro dato que llama la atención es la estabilidad en las expectativas de consumo, sobre todo, teniendo en cuenta la caída en las previsiones económicas. España ha conservado su comportamiento del último año y se mantiene en números negativos y cercanos a cero. En esta ocasión el indicador de previsiones de gasto muestra -9 puntos, sólo uno menos que los -8 con los que se cerró 2015. El índice de consumo de España se encuentra entre los más bajos de la región, junto con Portugal (-24) y Grecia (-38).
Aunque los números negativos indican que los hogares españoles aún no pueden permitirse gastos de importancia, más allá de los cotidianos, es notable la independencia que ha mostrado este indicador frente al de expectativas económicas. Es la primera vez desde 2008 en que no se observa el mismo comportamiento, ya que las expectativas económicas han mostrado una caída importante, mientras que las de gasto se han mantenido en negativo, pero estables.
El primer trimestre de 2016 muestra, por primera vez en meses, un recorte de 28 puntos en la distancia entre las expectativas económicas y las de consumo, hasta situarse en 31 puntos. Esta paradoja entre lo macro y lo micro, señala la confianza en el país y sus posibilidades, pero al mismo tiempo indica que la austeridad se mantendrá a corto plazo.