En España, una de cada dos empresas del sector de la alimentación no cuenta todavía con las herramientas necesarias para adaptarse al nuevo entorno tecnológico.
Se trata de un sector que ha sabido mantenerse estable pese a estos años de crisis y que ha reforzado su presencia fuera de las fronteras gracias a la gran competitividad de las empresas españolas. Concretamente, se sitúa a la cabeza en el ranking de industrias españolas con una facturación que supera los 93.000 millones de euros, lo que supone casi el 3% del PIB anual.
Sin embargo, según explica la consultora tecnológica Altim, su asignatura pendiente sigue siendo la inmersión en el proceso de transformación digital, ya que muchas empresas no han sido todavía capaces de adaptarse al nuevo entorno tecnológico que les rodea.
En este sentido, Altim destaca la importancia de apostar por la introducción de las empresas alimentarias a la era digital a través de los nuevos sistemas de tecnología que permitan que se conviertan en un aliado en su estrategia de negocio y no en un obstáculo.
La transformación digital ya no es una opción sino que se ha convertido en el único camino para todas aquellas empresas del sector alimenticio que quieren mantenerse en el mercado y ser competitivas, explican fuentes del estudio.