La producción de la campaña en curso (2015-2016) de Deoleo superará las 1,4 millones de toneladas, es decir, un 67% más con respecto a la campaña anterior, que fue de 842.200 toneladas.
Esta cifra supone un 16% más que las estimaciones realizadas a lo largo de la campaña por distintos operadores del sector, que preveían una producción más corta, en torno a 1,2 millones de toneladas, lo que ha tenido como consecuencia una elevada volatilidad de los precios, asegura el grupo en un comunicado.
Hasta febrero, la producción de la aceitera alcanzó los 1,3 millones de toneladas. La media de las últimas 10 campañas de marzo a mayo está en torno a 120.000 toneladas, por lo que la producción total al final de la campaña será con toda probabilidad superior a las 1,4 millones de toneladas.
Así, las disponibilidades totales previstas, sumadas las importaciones y las existencias de la campaña anterior, se situarían en torno a las 1,7 millones de toneladas, suficientes para cubrir las necesidades del mercado nacional y para facilitar el aumento de las exportaciones. El enlace estimado para la siguiente campaña sería de aproximadamente 410.000 toneladas.
De este modo, esta campaña sería la tercera campaña con mejores resultados de las últimas 10, situándose solo por detrás de las campañas 2013/14 y 2011/12. Estas cifras de producción estarían, por tanto, un 18% por encima de la media de producción de las últimas 10 campañas.
El análisis de los datos proporcionados por Nielsen para el periodo 2002-2015 muestra que aproximadamente el 12% de las ventas totales de aceite en España fluctúa entre oliva y semillas dependiendo del diferencial de precio que haya entre ambos aceites. En dicho periodo el aceite de oliva representó, dependiendo del año, entre un 65% y un 68% del consumo total, mientras que las semillas supusieron el restante 35% y 32%, respectivamente. La excepción fueron los dos años con los máximos precios del aceite de oliva: en 2006 solo supuso un 62% y en 2015, un 61% del total, transfiriéndose el consumo a las semillas en ambos años.
En el arranque de 2016, y dados los altos precios de venta, existe un número significativamente mayor de hogares españoles, comparado con el inicio de 2015, que han transferido su consumo del aceite de oliva al aceite de semillas, por lo que esperamos que el consumo, en España, sea considerablemente inferior al de 2015. Al igual que España, muchos mercados internacionales, incluidos mercados clave como Estados Unidos, vieron cómo el consumo de aceite de oliva también disminuía en favor de las semillas debido a los altos precios de la materia prima.