La marca de café Lavazza da un paso importante en su plan de expansión internacional con la compra de la firma francesa Carte Noire. El objetivo es competir con los principales protagonistas de la industria en esta fase de consolidación del mercado.
Lavazza explica que el acuerdo con el grupo Jacobs Douwe Egberts (JDE) se ultimó el 29 de febrero, tras recibir la aprobación de la autoridad francesa de competencia y la Comisión Europea, y tras finalizar el proceso de información y negociaciones con las organizaciones relevantes que representan a los empleados.
La compañía ha recibido un préstamo corporativo a medio plazo de 400 millones de euros para llevar a cabo esta transacción financiera que implica la adquisición de las marcas y las empresas de Carte Noire en el marco del Espacio Económico Europeo (EEE, que incluye los 28 estados miembros de la UE, Islandia, Liechtenstein y Noruega).
En concreto, el grupo se hace con el café tostado y molido, el café en grano, las monodosis blandas y las cápsulas compatibles con Nespresso. El acuerdo también incluye una licencia de cinco años de la marca Senseo para monodosis blandas y cápsulas compatibles con Nespresso en Austria.
El acuerdo no incluye Tassimo y, solo durante los dos primeros años, tampoco el café instantáneo y los productos de uso no doméstico. El alcance de la adquisición también incluye la planta de producción de Lavérune, en la región de Languedoc-Rosellón-Mediodía-Pirineos, que continuará fabricando los productos incluidos en el acuerdo, pasando así a formar parte del sistema de producción global de Lavazza.
"La adquisición de Carte Noire por parte de Lavazza une a dos compañías que son muy parecidas por lo que respecta a su historia, su nivel de imagen y su cultura de la calidad", comentó Antonio Baravalle, el director general de Lavazza. "Al mismo tiempo, el carácter complementario de los respectivos segmentos de consumo, que ve Lavazza como una de las marcas líderes en el mercado francés de productos de uso no doméstico y Carte Noire en el sector minorista, abre las puertas a un potencial de desarrollo significativo”, explica el directivo.
"Teniendo en cuenta el proceso de consolidación en curso, nuestro objetivo es alcanzar un nivel dimensional que nos permita tener un papel cada vez más importante dentro del mercado, manteniendo nuestra identidad y nuestros valores, y crear así un Grupo global independiente, especializado en café, preparado para competir a nivel internacional", añadió Baravalle.
El directivo identificó dicho nivel dimensional en el umbral de facturación de 2.000 millones de euros, con una contribución de los mercados extranjeros que representa más del 70%. Este objetivo no parece muy lejano: en los últimos cinco años, la tasa de crecimiento anual compuesto ha sido del 5% en un año, "a pesar del contexto económico negativo". En 2015, el volumen de facturación superó los 1.400 millones de euros, suponiendo un crecimiento del 8%. Por último, el volumen de facturación esperado para el 2016 es ya de 1.700 millones de euros gracias al crecimiento interno y la contribución de las nuevas compañías.
El nivel de internacionalización del grupo también sigue acelerando rápidamente, alcanzando un volumen de facturación del 55% en 2015 gracias especialmente a la contribución de países clave como Alemania (+11%), Estados Unidos (+20%), Reino Unido (+19%) y Francia (+10%), y que a finales del año en curso alcanzará el 65%.