Durante los últimos 15 años, se ha producido una mejora tecnológica y la innovación varietal que ha permitido aumentar y diversificar la oferta notablemente, así como reducir los costes de producción. Sin embargo, no se ha conseguido aumentar el consumo de melocotón ni mejorar la rentabilidad de las explotaciones.
La importante innovación varietal que se ha dado en las últimas décadas en España no se han traducido en un incremento del consumo ni ha evitado las crisis recurrentes de los precios percibidos por los productores, como es el caso de las dos últimas campañas.
Esta situación provoca incertidumbre en la viabilidad futura del sector. Ignasi Iglesias, investigador del IRTA, asegura que “la falta de ordenación de la oferta facilita la presión de los precios a la baja para la distribución, con la consecuente distorsión en la cadena de valor. Además, para poder superar este periodo de incertidumbre, se debe garantizar la calidad en destino, mediante un desarrollo marquista (ejemplo de la manzana y otras frutas) que permitan estrategias de promoción y comunicación”.
En 2015, España produjo 1,3 millones de toneladas de melocotones, de las cuales el 52% se exportó principalmente a Alemania, Francia y Polonia. España es el primer exportador mundial de melocotón y el segundo productor de Europa con el 37%, sólo por detrás de Italia (41%). Además, cada español consumió 3,8 kilogramos de melocotones en 2014, mientras que en 1989 este consumo era próximo a los ocho kilogramos.
Iglesias asegura que “la satisfacción del consumidor se ve afectada claramente por la fecha de recolección y la tipología de fruto. La alta y precoz coloración y el mejor calibre de frutos de las nuevas variedades, inducen a realizar la recolección anticipada en un estado de maduración de los frutos a menudo alejada de la madurez de consumo. Para solucionar la situación de bajo consumo es necesario y urgente un estímulo del consumidor, que pasa, entre otras medidas, por establecer unos parámetros mínimos de calidad en el momento de la recolección y, además, identificar las variedades en los puntos de venta según sea su sabor dulce o no dulce”.