El Instituto Tomás Pascual Sanz (ITPS) celebró ayer su IX aniversario, con un evento que contó con la ponencia de Darío Gil, vicepresidente de Ciencia y Tecnología de IBM Research, quien instó a las empresas a apostar por una cultura que premie la colaboración y la autonomía para ser líderes y crear valor.
Gil insistió en que la clave de la innovación empresarial en los próximos años pasará por implantar una cultura de colaboración en las compañías que permita “atraer y premiar a los mejores talentos y que éstos colaboren entre sí, además de darles libertad para tomar sus propias decisiones, arriesgarse y volver a intentarlo si se falla”.
La creación de una cultura que tolera el fracaso es una necesidad para la innovación. En este sentido, Gil subrayó que lo que marca la diferencia para generar innovación disruptiva y abierta es “la gente y su talento, la cultura y los incentivos; y, aunque importantes, las agendas y los objetivos no son la esencia de la diferenciación”. Esos elementos se pueden copiar.
Lo esencial para hacer de una empresa una compañía ganadora y generadora de valor social es “establecer procesos que cambien nuestra cultura y comportamientos. Aquí está el secreto: ser abierto y colaborar con los que exhiben los comportamientos que usted desea para su empresa”, añadió.
Lo que impulsa la innovación es el entusiasmo de trabajar con otras personas brillantes, el talento que tienen y que logra atraer nuevo talento y la autonomía que poseen.
Y en esta senda camina el ITPS y Pascual que, desde sus orígenes trabajan por mejorar la calidad de vida de las personas, apostando de forma clara por la formación, la innovación y la divulgación científica y tecnológica como instrumentos para aportar valor a la sociedad.
En este sentido, Ricardo Martí Fluxá, presidente del Instituto Tomás Pascual Sanz, recordó que Pascual tiene en la innovación uno de sus pilares básicos: “La innovación nos ha caracterizado desde nuestros inicios. Don Tomás, fundador de la compañía, siempre tuvo claro que la innovación compartida era el camino adecuado para crear valor y, además, debíamos hacerlo de forma responsable, ética y sostenible”.
En el recuerdo queda el empeño del fundador por llevar la leche a todos los rincones de España, respetando su valor nutricional, con una fecha larga y sin necesidad de conservarla en frío. Ese empeño se tradujo en la leche en brik, tan común hoy, e imprescindible, en nuestros hogares.
Pascual está inmersa en una profunda transformación digital. áreas como la de Innovación Disruptiva y Desarrollo de Negocio o la Oficina de Transformación Digital dan buena muestra, como indicó Martí Fluxá de que “en Pascual no solo hablamos de innovación disruptiva sino que apostamos por ella”.
Sin embargo, nada de esto tendría sentido sin las personas, la gestión del talento, la apuesta por el riesgo, la tolerancia al fracaso y el equilibrio de la cadena de valor.