El precio del aceite de oliva en Europa se encareció una media del 20% en 2015. El motivo de este incremento es una bacteria que está afectando a más de un millón de olivos en Italia, junto a la mala cosecha que hubo en España, principal productor del mercado de oliva.
Para compensar el crecimiento del precio de la materia prima, fabricantes y distribuidores están encareciendo el aceite de oliva. Por ello, el comprador se ha gastado más de 230 millones de euros adicionales en 2015 en aceite de oliva en toda Europa.
Este gasto repercute en un incremento de las ventas en valor de la categoría de aceite próximo al 10%, con una facturación de cerca de 2.700 millones de euros, según datos de la consultora IRI.
El incremento de los precios ha sido más acusado en España, Italia y Grecia, países donde el aceite de oliva es un ingrediente principal de su dieta. En estos países los precios se encarecieron en 2015 un 29%, 21% y un 17%, respectivamente.
El incremento se produjo sobre todo durante los últimos meses del año e impactó en las ventas en volumen en todos los países, excepto en Italia, donde hubo un ligero incremento del 1%. Para Grecia o España, la caída fue más evidente, del -18% y -7% respectivamente, respecto a 2014.
También se apreció una caída de las ventas en volumen del 2,5% en otros tipos de aceites en Europa, lo que significa que no hubo un cambio por otros productos, a pesar de que su precio se mantuvo relativamente estable (-1%).
En todos los países analizados, excepto en Reino Unido, la variación del precio del aceite de oliva de marca de distribuidor fue igual o superior que en la categoría. En este caso, los compradores optaron por la mejor opción de precio.
El incremento del precio en la marca de distribuidor tuvo poco impacto sobre el consumo, que se redujo medio punto, aunque se han podido encontrar diferencias entre países: en España, por ejemplo, donde la marca de distribuidor supera el 60% de las ventas en valor del aceite de oliva, su cuota de mercado se incrementó más de tres puntos tanto en volumen como en valor, alcanzando una facturación de 594 millones de euros, aunque el incremento de precio de este producto fue similar para marcas de distribuidor (+30%) que para marcas de fabricante (+29%).
“El aceite de oliva siempre ha dependido mucho de las condiciones meteorológicas, pero el impacto de la bacteria en la cosecha de Italia ha cambiado el contexto, especialmente en países donde son productos habituales en la cesta de la compra; se han llegado incluso a notificar casos de robos en algunos campos de olivos en España o productores italianos que han empezado a importar aceitunas de España y Grecia.” ha comentado Anne Lefranc, directora Europea de Marketing en IRI.