El repunte de las ventas en bares y restaurantes favorecen el crecimiento de la demanda de los mayoristas de alimentación y de los establecimientos cash & carry en el bienio 2014-2015.
Tras varios años de caídas, la cifra de negocio derivada de las ventas de los mayoristas a hostelería inició una fase alcista en 2014, contabilizando tasas de variación del 1,7% y del 2,5% en 2014 y 2015, respectivamente, hasta alcanzar los 6.150 millones de euros en 2015, según DBK. Esta cifra supuso un 36,1% del valor total de las compras de alimentación y bebidas realizadas por la hostelería, participación que ha registrado una ligera tendencia a la baja en los últimos años.
Por su parte, los establecimientos cash & carry cerraron 2015 con una cifra total de 3.800 millones de euros, lo que supuso un aumento del 1,3%, frente al 0,7% contabilizado en el ejercicio anterior.
Las previsiones para el bienio 2016-2017 apuntan a una tasa de variación media anual de alrededor del 2-3% de la cifra de negocio de los mayoristas de alimentación, lo que daría lugar a un valor de unos 6.500 millones de euros en el último año. Para los establecimientos cash & carry las previsiones apuntan a tasas de crecimiento situadas en el 4% en 2016 y 2017, hasta superar los 4.000 millones de euros.
En enero de 2015 se contabilizaban 45.246 empresas mayoristas de alimentación (1,2% más que un año antes), considerando empresas que dirigen sus ventas tanto a establecimientos de hostelería como a otros canales.
La estructura empresarial se caracteriza por una mayoría de empresas de pequeña dimensión, contando en torno al 90% de los operadores con una plantilla de menos de 10 trabajadores, mientras que sólo el 1,1% tenía una plantilla de 100 o más empleados. Esta situación se refleja en un escaso grado de concentración, de forma que en 2014 los cinco primeros mayoristas reunieron el 14% del negocio total, mientras que los diez primeros concentraron el 18,8%.