El pasado fin de semana se produjo la III Gran Recogida de Alimentos, organizada por la Federación Española de Bancos de Alimentos (FESBAL), donde se alcanzaron los 22 millones de kilogramos de alimentos de recogida, un 5% con respecto al año pasado.
De este modo, se alcanza en esta campaña “un récord” por la cantidad y también por la calidad de la donación, ya que este año se pedían alimentos más nutritivos y por lo tanto más caros. Esto coloca a la campaña española a la cabeza de la Unión Europea. Desde hace años, en países como Francia, Italia y Portugal se celebran colectas anuales similares, pero no llegan a alcanzar cifras de recogida ni de lejos parecidas a las nuestras.
De este modo, el presidente de FESBAL, Nicolás Mª Palacios Cabero, ha manifestado que “los españoles nos han donado 22 millones de kilos de alimentos, pero no dan lo que les sobra, dan lo que le hace falta al otro demostrando que la generosidad es más que un sentimiento, es una determinación por empeñarse en el bien común”.
En 2014, la Gran Recogida representó más del 18% de lo que la organización recoge a lo largo del año. Esto supone que con lo que se obtiene durante el fin de semana que dura la campaña, los Bancos de Alimentos tienen casi dos meses alimentos para distribuir a las familias que lo necesitan.
En la actualidad, a pesar de que se están aumentando las acciones de reparto alimentario cada año, los Bancos de Alimentos se encuentran con un déficit de productos para repartir entre las personas desfavorecidas que existen en el país. Por eso, se ha instaurado esta campaña de recogida anual a nivel nacional que recarga los almacenes. Pero también porque ayuda a encarrilar a la organización en la senda de uno de sus objetivos prioritarios en la actualidad: recobrar la cifra de los 100 kilos/persona/año que se distribuían al comienzo de la crisis. Si se consigue, la próxima meta será alcanzar los 115 kilos/persona/año que suponen cerca de los 400 gramos mínimos que, según la FAO, necesita una persona para alimentarse.