Ponche Caballero cumple 185 años y para celebrarlo ha decidido renovar la imagen de su clásica botella con un formato más actual y moderno, sin perder el carácter único que la convirtió en uno de los licores más reconocidos de España.
En los años 40, la marca envolvía las botellas una a una en papel de plata en honor a las tradicionales poncheras. Tres décadas más tarde, Ponche Caballero se convierte en la primera marca en metalizar su botella. Ahora, el nuevo envase es más moderno, elegante y manejable, lo que permitirá a los consumidores seguir disfrutando de este licor pero con un envase adaptado a los nuevos tiempos.
La historia del ponche se remonta a la antigua Persia, donde se elaboraba una bebida similar a la actual llamada panj, que significa ‘cinco’. Este término hacía alusión al número de ingredientes que se empleaban entonces en su elaboración: aguardiente, azúcar, limón, agua y té.
A través de la cultura hindú, la receta del ponche fue recogida por la Compañía Británica de las Indias Orientales, que a su vez la introdujo en sus colonias desde principios del siglo XVII. En las siguientes centurias se expandió por el mundo occidental, si bien cada país varió el tipo de especias y la cantidad de alcohol utilizada para adaptar el ponche a los gustos locales. Rápidamente se consagró como bebida de celebraciones y ocasiones especiales.
En España, su principal representante es Ponche Caballero, que nació hace 185 años en el Puerto de Santa María (Cádiz). Allí, el empresario José Cabaleiro do Lago, de origen gallego, fusionó la tradición de las queimadas con los licores y productos de la zona. La fórmula es un secreto desde entonces, aunque sí se conocen sus cinco ingredientes botánicos principales, responsables de su característico sabor dulce y especiado: la vainilla de México, la canela de Sri Lanka, la nuez moscada de Indonesia, el clavo y la piel de naranja.
Tuvieron que pasar aún bastantes años, hasta 1917, para que Ponche Caballero empezara a venderse con pequeños embotellados en el mercado local, ya que antes solo se distribuía entre familiares y amigos. Unos años después se comercializa en toda España, y en 1969 incorpora una innovación que luego fue copiada en todo el mundo: la metalización industrial de la botella.
Y ahora, en 2015, Ponche Caballero renueva su clásica botella plateada con una presentación más moderna. Se trata de “un guiño al pasado, recuperando las curvas características de las botellas clásicas”, aseguran fuentes del grupo.
Con este lanzamiento, la marca hace una firme apuesta por dar a conocer al público las diversas posibilidades que Ponche Caballero tiene en el mundo de la coctelería.