La edición de 2015 del cuadro de indicadores de consumo se centra en las condiciones de los consumidores en el Mercado único Digital, señalando que el comercio electrónico transfronterizo sigue siendo un mercado poco desarrollados en Europa.
Vera Jourová, comisaria de Justicia, Consumidores e Igualdad de Género, ha afirmado que “este cuadro confirma que los consumidores siguen sin confiar plenamente en el comercio electrónico transfronterizo. Una de las prioridades de la Comisión Juncker es completar el Mercado único Digital y liberar todo su potencial. Este es el motivo por el que tenemos que suprimir los obstáculos que aún se oponen al comercio electrónico transfronterizo. A finales de año, tengo previsto proponer nuevas normas que ofrezcan un mejor acceso de los consumidores y las empresas a los bienes y servicios digitales en toda Europa”.
El 61% de los consumidores online se siente más seguro si compra en casa frente a la compra en otros países de la Unión Europea (38%). Por ello, se observa que la confianza y las restricciones territoriales o la discriminación de precios siguen siendo importantes obstáculos para el comercio electrónico transfronterizo.
En lo que respecta a España, durante 2015 un 57% de personas que compran en Internet adquirió productos en otro país de la UE. Los países preferidos para hacer compras transfronterizas son Reino Unido, Francia y Alemania.
Los consumidores cuando compran en otro país se enfrentan aún a numerosos problemas, en particular, a preocupaciones sobre la entrega y la conformidad de los productos. Por otra parte, los consumidores siguen enfrentándose a restricciones o discriminación de precios debido a su país de residencia en las transacciones transfronterizas. Estas cuestiones también representan la mayor parte de las denuncias sobre el comercio electrónico transfronterizo recibidas por los Centros Europeos del Consumidor.
La sensibilización de los consumidores y de los minoristas acerca de algunos de los principales derechos de los consumidores garantizados por la legislación de la UE sigue siendo limitada. Solo el 9 % de los consumidores han podido responder correctamente cuando se les pregunta acerca de sus derechos, con los niveles más bajos de conocimiento entre los jóvenes.