Mientras el 40% de los españoles escoge la alimentación de sus bebés según las recomendaciones de expertos y familiares, sólo un 10% se decide en función del precio más barato en el lineal.
Así, para los españoles es más importante la prescripción de figuras expertas o cercanas que la propia información que puedan brindarle las marcas o el precio de los productos, según el informe “Tendencias en gran consumo para bebés”, elaborado por la consultora Nielsen.
De hecho, los consumidores suelen manejar una serie de marcas concretas que les garanticen calidad y, ante el lineal, se deciden por la que le que suponga menos impacto a su presupuesto de la compra. Así es como se describe el 65% de los compradores, mientras que un 25% no mira el precio en ningún caso y compra el producto que quiere de la marca que desea cueste lo que cueste.
Por otro lado, los anuncios televisivos inducen de forma decisiva a la compra de uno u otro producto a solo el 18% de los consumidores, mientras que para un 17% la información que ofrece el envase está detrás de su decisión de compra.
No obstante, siete de cada 10 consumidores afirman haber cambiado alguna vez de marcas y en ello tiene mucho que ver tanto el precio como el boca oreja. Así, casi la tercera parte, un 32% fue infiel a una marca al encontrar otra menos cara, mientras que en torno al 30% se decidió al cambio por prescripción directa de pediatras o familiares.
No obstante, la principal cualidad que valora un consumidor a la hora de adquirir un producto de alimentación infantil es su valor nutricional (47%), mientras que un 37% valora la relación calidad-precio.
Mari Paz García, experta de Nielsen, asegura que “la industria no debe solamente demostrar a los compradores el valor de sus productos para los más pequeños del hogar, sino también a una amplia red de fuentes de confianza como médicos y pediatras. Su respaldo es decisivo pues tienen una gran influencia en los padres, que suelen recurrir a ellos cuando se introducen en este mundo. Además, la calidad es fundamental para asegurar la fidelidad posterior del consumidor”.