El beneficio neto de Ebro alcanza los 96,4 millones de euros, lo que supone un 14% menos que en el primer semestre del ejercicio anterior por la ausencia de plusvalías, ya que en 2014 la desinversión en Deoleo generó 9,9 millones de euros.
El importe neto de la cifra de negocio crece un 21% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior apoyado fundamentalmente por el buen comportamiento de la división arrocera, la contribución de Garofalo y en menor medida por la evolución de la divisa, alcanzando los 1.193,1 millones de euros.
El EBITDA o resultado bruto de explotación se sitúa en 141,3 millones de euros, un 8% más que en el mismo período de 2014 y la deuda neta se sitúa en 510,2 millones de euros, 104,6 millones más que a cierre del 2014. Esta cifra incluye ya, entre otras partidas, el importe total del dividendo ordinario y extraordinario a repartir durante todo el ejercicio, la compra de RiceSelect y la evolución del tipo de cambio, al tener una gran parte de la deuda en dólares americanos.