Sidra Avalon cuenta ya con la primera etiqueta interactiva con marcas de agua. El usuario puede acceder a información sobre el producto (trazabilidad, notas de cata, puntos de venta, actividades de divulgación…) e incluso comprar sidra con sólo escanear la etiqueta con un teléfono móvil.
El proyecto tecnológico “Clic&Buy Avalon”, desarrollado por las empresas Canouc tech adv, Red Door Lab, Alce Calidad y Grupo Trabanco, ha sido presentado en Gijón..
Este es un ejemplo del “piensa global, actúa local”, ya que la tecnología implementada por Trabanco es la misma que el gigante de la distribución Walmart introducirá en Estados Unidos para modernizar el packaging de sus productos
Los botellines de sidra Avalon serán los primeros del mercado en contar con esta etiqueta tecnológica, que lleva embebido un código no visible para el ojo humano pero sí para la cámara de un smartphone. Esto evita la proliferación de falsificaciones y propagación de virus informáticos con los que hoy en día se están encontrando los usuarios de los tradicionales códigos QR.
Gracias a esta tecnología, cualquier persona con un teléfono móvil y conexión a internet puede descargar la app Sidra Avalon (gratuita), escanear la etiqueta interactiva y acceder a información de interés: trazabilidad del producto, método de elaboración, variedades de manzana utilizadas, notas de cata, eventos y calendario de degustaciones.
La segunda innovación del proyecto es que integra una plataforma de m-commerce (comercio electrónico a través del móvil). Es decir, el usuario podrá comprar sidra Trabanco y sidra Avalon a través del móvil, fácil y rápidamente, allí donde esté.
Además, como manera de promocionar el lanzamiento de esta innovación tecnológica, Grupo Trabanco sorteará cajas de Avalon entre quienes primero se descarguen la app Sidra Avalon, disponible para dispositivos Android e iOs.
“El lanzamiento de esta app es el primer resultado del proyecto de cooperación empresarial llevado a cabo por estas cuatro empresas que, bajo el paraguas del Ayuntamiento de Gijón, han conseguido poner en el mercado un servicio que hasta el momento sólo estaba al alcance de las grandes empresas. Supone una reducción del gap tecnológico que sufrían las pymes asturianas del sector agroalimentario”, explica Fran Flórez, coordinador del proyecto y socio de Red Door Lab.