Factores como un alto rendimiento de los cultivos, una mayor productividad de la tierra y un crecimiento más lento de la demanda mundial contribuirán a una disminución gradual en los precios reales de los productos agrícolas durante los próximos diez años.
Así lo prevé en su edición más reciente el informe Perspectivas Agrícolas, fruto de la colaboración entre la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).
La bajada del precio del petróleo también contribuirá al descenso del precio de los alimentos y a un menor coste de la energía y de los fertilizantes. Además suprimirá los incentivos a la producción de biocombustibles de primera generación obtenidos a partir de cultivos destinados a usos alimentarios.
La bajada del precio del petróleo determinará el descenso de los precios de los alimentos impulsando a la baja los relativos a los fertilizantes y la energía y suprimiendo, a su vez, los incentivos a la producción de biocombustibles de primera generación obtenidos a partir de cultivos destinados a usos alimentarios.
El informe OCDE-FAO Perspectivas Agrícolas 2015-2024 proyecta un escenario en el que el comercio agrícola crecerá a menor ritmo que en la década anterior, mientras que la proporción global de producción y consumo se mantendrán estables. El mencionado informe apunta, asimismo, a una creciente concentración de la exportación de productos agrícolas básicos entre unos pocos países exportadores junto a una dispersión de las importaciones en un número cada vez mayor de países, tendencias que determinan la necesidad crucial de garantizar el buen funcionamiento de los mercados internacionales.