Los consumidores van apostando cada vez más por una cesta de la compra con contenido “eco”. De hecho, al 38% de los consumidores les gustaría que las empresas propusieran más opciones de productos respetuosos con el medio ambiente, según una encuesta de Tiendeo.
En concreto, las ventas de alimentos ecológicos se situaron en 72 billones de dólares. Estados Unidos fue el país con más ventas habiendo recogido 24 billones de euros, seguido por Alemania (7,5 billones de euros), Francia (4,3 billones de euros) y China (2,4 billones de euros).
Los motivos por los que los consumidores deciden comprar productos ecológicos varían según países o continentes. En algunas partes de Europa, las preocupaciones medioambientales son el motivo principal de compra. Sin embargo, en China y otras partes de Asia, “orgánico” significa mayor calidad y seguridad.
A nivel global, el contenido saludable de los alimentos orgánicos es uno de los principales motivos de compra. Sin embargo, en el lado contrario destaca la dificultad de acceso o los precios caros como los dos motivos más importantes por los que los consumidores no compran productos orgánicos.
A pesar de que los datos de consumo son positivos y la conciencia medioambiental de los consumidores aumenta año tras año, el sector todavía no supone una prioridad tanto para productores como para consumidores.
En Estados Unidos y Canadá, la venta de productos orgánicos representa el 4% sobre el total; en Europa, el 1%. Además, según FiBL e IFOAM, solo el 1% de la tierra agrícola mundial es orgánica. El 40,2% de esta tierra se concentra en Oceanía, siendo el continente con mayor suelo orgánico del mundo. Le siguen Europa, Latinoamérica, Asia, América del Norte y áfrica.