El uso de bolsas de papel en el comercio se consolida como la alternativa natural. Seis de cada 10 minoristas de los sectores de moda y complementos, regalo, zapaterías, equipamiento del hogar y ópticas ya usan esta clase de bolsas.
Las panaderías y pastelerías, tanto en los hornos tradicionales como en la secciones de la gran distribución, utilizan bolsas de papel sin asa para expedir sus productos. El 53% de estos establecimientos se han ya apuntado a la bolsa de papel.
Además, en los últimos tres años, se ha incrementado un 45% el número de enseñas comerciales que en España utilizan bolsas de este material renovable, reciclable y biodegradable, según datos de los fabricantes asociados a labolsadepapel.
Los comercios de las grandes ciudades son responsables de casi tres cuartas partes de ese crecimiento, que se verá sin duda impulsado por la nueva legislación europea que fija objetivos para reducir el uso de las bolsas fabricadas con materiales que no tienen las características medioambientales del papel (natural, renovable, reciclable y biodegradable).
La competitividad de la cadena de valor de la bolsa de papel permite dar nuevas respuestas al mercado con nuevos papeles especializados y diseños de bolsas más versátiles, adaptadas a los diferentes tipos de comercios y usos de los consumidores.
La bolsa de papel se recicla masivamente: en España. Así, se recicla más del 70% de las bolsas de papel que se utilizan. Si una bolsa de papel no llegase a entrar en el circuito del reciclado, se biodegradaría en un periodo de entre dos y cinco meses.