La estación dosificadora aséptica VARI-DOS-ASEPT de GEA TDS es una innovación que permite a los usuarios dosificar líquidos asépticos en muy pequeñas cantidades de 0,2 y 0,3 g/litro directamente en el principal flujo de producto aséptico, con una precisión total y a un coste ventajoso.
El estímulo para desarrollar esta innovadora estación dosificadora vino directamente de la experiencia diaria de los clientes del sector de productos lácteos de SIG Combibloc. Los clientes necesitaban un método que les permitiera producir bebidas con ingredientes especiales como enzimas, aditivos funcionales, vitaminas, sabores o extractos, de una forma más segura y precisa, y también más rentable, que la de los sistemas ya existentes. Los ingenieros de GEA TDS se pusieron manos a la obra, y desarrollaron una obra maestra tecnológica que demuestra ahora su valía en la práctica.
La producción de leche sin lactosa es un buen ejemplo de la forma en que la nueva estación dosificadora aséptica aporta un claro valor añadido a la industria de bebidas en términos prácticos. En teoría, es fácil hacer leche sin lactosa; simplemente se añade un poquito de la enzima lactosa a la leche, y tras cierto tiempo se obtiene leche sin lactosa. El reto estriba en mantener al mínimo la cantidad de enzima requerida, y asegurarse de que esta se añada en condiciones de máxima seguridad aséptica, ya que la enzima lactosa es un elemento comparativamente muy costoso en la contabilidad de costes. La dosificación debe ser absolutamente segura en términos asépticos, altamente precisa, lo más automatizada posible, y rápida, de forma que no se introduzca ningún contaminante en el proceso de producción. Solo entonces queda garantizada la alta calidad del producto.
VARI-DOS-ASEPT presenta un método alternativo para dosificación aséptica que se distingue en aspectos clave de otros sistemas existentes, y ofrece una calidad de producto óptima a costes ventajosos. Ludger Tacke, director de División Aséptica de GEA TDS, explica: “Hay dos formas de hacer leche sin lactosa. En ambos métodos, el propósito es descomponer el azúcar de la leche, la lactosa, en la leche, que provoca reacciones de intolerancia en muchas personas. La enzima lactasa se utiliza para descomponer la lactosa en glucosa y galactosa, de forma que la mayoría de los consumidores no vuelva a tener ningún problema. La enzima lactasa puede añadirse a la leche con anterioridad al tratamiento térmico; luego todo junto se trata térmicamente, y posteriormente se envasa para su larga conservación.
Esta tecnología por lotes es un método fiable, pero más costoso, que requiere cantidades comparativamente mayores de la enzima, porque el tratamiento térmico altera la enzima lactasa; hasta cierto punto, la enzima queda ligeramente descompuesta por los efectos del calor. Además, la temperatura de almacenamiento por razones microbiológicas es muy baja, lo que retrasa mucho la degradación; por ello, deben añadirse de antemano una gran cantidad de enzimas para conseguir el efecto deseado.