La bodega ribereña propiedad de la familia Moro, Cepa 21 Bodegas, cierra el ejercicio 2014 con un aumento del 28% en su facturación respecto al ejercicio anterior. “Un dato que supone una excelente noticia para la bodega y que responde a sus esfuerzos por la internalización, el fomento del enoturismo de calidad y su apuesta por la máxima innovación”, aseguran desde el grupo.
El impulso del enoturismo de calidad ha permitido que en el último ejercicio se haya aumentado el número de visitas y el volumen de facturación un 50% con respecto a años anteriores. Un crecimiento que ha sido el resultado, según su presidente José Moro, “del trabajo, el esfuerzo y el sacrificio” personal de todo el equipo para potenciar los recursos de la propia bodega, desde su edificio funcional, minimalista y moderno hasta el paisaje de viñedos que la rodean.
Además, en este último ejercicio la bodega vallisoletana ha querido apostar también por la expansión en el mercado internacional logrando estar presente en más de 50 países. Un dato muy positivo para esta empresa familiar que vende un 45% del total de su producción en el mercado exterior.
Así, durante el último año Cepa 21 ha seguido trabajando para aumentar su presencia en los mercados estadounidense y australiano, siendo éste último el escenario donde más ha crecido. Asimismo, la bodega ha reforzado su presencia en el mercado asiático estableciendo las bases de crecimiento con la apertura de una nueva oficina como base de operaciones en Shanghái y la incorporación de un responsable comercial como Brand manager en este continente. Una estrategia que se complementa con la gran labor de Relaciones Públicas que ejerce José Moro, presidente de la bodega y tercera generación de una familia de viticultores.