El 90% de los consumidores no sabe identificar los tipos de aceite de oliva, ni distinguir sus categorías por su calidad sensorial, según los resultados de una cata abierta en AINA Centro Tecnológico, donde se han reunido más de 100 consumidores y expertos catadores.
Estos últimos logran identificar las propiedades sensoriales (olor y sabor) que caracterizan a distintos tipo de aceite de oliva virgen. Así, por ejemplo, entre las características positivas se encuentran el olor y sabor frutado, amargo o picante, frente a los atributos defectuosos identificados como olor y sabor a rancio, madera, avinagrado, húmedo o a tierra.
María Lorente, técnico de Consumolab: “Al contrario de lo que podría parecer, por ejemplo, el sabor amargo que un consumidor podría identificar como atributo negativo, es característico de un aceite de oliva de calidad”.
A través de los análisis sensoriales homologados por la Comunidad Europea y ENAC (Entidad Nacional de Acreditación), que realizan expertos catadores, se evalúa las características sensoriales y se clasifica en función de estas el aceite de oliva virgen en sus tres categorías: Virgen Extra, Virgen y Lampante, certificando así que cumple con los requisitos establecidos en la legislación comunitaria de cara a su identificación de calidad y comercialización.