La destilería urbana Santamanía embotella sus destilados en un envase con mucho arte. Así, suma diseño y sabor en sus ginebras y vodkas de la más alta calidad, hechos con mimo, dedicación y el cuidado absoluto a todos los detalle.
De este modo, si el sabor de la ginebra y el vodka hechos con uva e ingredientes 100% naturales de la destilería de autor entusiasman, el diseño de las botellas no se queda atrás, tal y como lo avala el reconocimiento concedido por la prestigiosa publicación The Spirit Business que la incluye en su Top 10 del diseño 2014.
Los socios fundadores del grupo se volcaron en encontrar una fórmula magistral de la máxima calidad con materias primas selectas e ingredientes 100% naturales y en la creación de un alambique exclusivo que les permitiera trabajar con graduaciones que no bajan de los 90 grados.
El proceso de diseño de las botellas tampoco se dejó al azar. Con la intención de transmitir de manera gráfica la historia de la destilería urbana, los socios fundadores participaron en un proceso creativo en el que cada letra y cada icono tiene tras de sí alguna justificación. Así están reflejados, entre otros, desde la uva -materia esencial de los destilados– pasando por las probetas de laboratorio, que hablan de la búsqueda de una fórmula magistral de sabor sobresaliente, el mapamundi y el avión que expresan la vocación internacional de la marca o iconos a modo de ojos jeroglíficos que apuntan hacia el cuidado integral que los maestros destiladores tienen a lo largo de todo el proceso de creación de sus caldos.
El resultado es una botella con personalidad, que apunta maneras para convertirse en objeto de deseo de coleccionistas, en un formato similar a las clásicas de vino y con un diseño cuidado hasta el mínimo detalle, que se reivindica tanto desde los iconos impresos en negro sobre vidrio esmerilado, como en el contraste de color en la base de la botella, coloreado en rojo para la London Dry Gin o en azul para el Vodka Premium.
El proceso de etiquetado y embotellado también se realiza también de forma artesanal para conferir a cada botella esa cualidad que la convierte en única y casi en una obra de arte. De hecho, la compañía apuesta por un sistema de trabajo diseñado especialmente para trabajar con partidas reducidas, de máximo 330 unidades, con las que poder siempre certificar la calidad individual y exquisitez de cada uno de sus destilados. Además, cada botella de Santamanía es única y cada una de las botellas de su producción están numeradas manualmente, bautizando cada serie con nombres de personajes o hechos relevantes. En el cuello de la botella, se encuentra una etiqueta con el nombre, en su web, se puede seguir y conocer la historia de esa serie, de esa botella y de ese trago.