Desde que se inició la crisis en España, el sector de bebidas espirituosas ha experimentado un retroceso del 40% en el volumen de las ventas, tras un periodo “muy malo” sufrido los cinco años anteriores, asegura Bosco Torremocha, director ejecutivo de la Federación Española de Bebidas Espirituosas (Febe).
De este modo, “registramos ocho años consecutivos de descensos, lo que supone una situación bastante insostenible para nuestro sector”, explica Torremocha.
Para 2014, el sector prevé cerrar con una caída cercana al 5% hasta los 200 millones de litros, con lo que se prolongará su grave crisis provocada por “la debilidad del consumo y un entorno fiscal y publicitario discriminatorio”, denuncian desde la federación.
Un año más, la hostelería sufre el descenso más notable, con un 5,8% menos, debido al comportamiento del ocio nocturno. No obstante, en el hogar también cae (-3,8%).
El whisky sigue siendo la bebida más consumida en España, con un 26%, seguida del ron (17%) y la ginebra (16%). Los licores, con un 18%, cada vez cuentan con un mayor impacto.
Todas las categorías experimentan descensos, excepto la ginebra, que no absorbe la caída del resto de segmentos.
En términos de consumo también se experimenta un descenso del 7%, aunque hay que esperar a ver cómo se comportan las exportaciones, todavía no registradas en los datos que maneja la federación. “El ritmo de las ventas al exterior es muy bueno ya que una de cada tres bebidas producidas en España va a parar a mercados extranjeros”, asegura Torremocha.
En cuanto al empleo, este año “el sector ha dejado de destruir empleo ya que está compuesto, en su mayoría, por pequeñas y medianas empresas que aguantan mejor la crisis y son capaces de ajustar mejor los márgenes”.